domingo, 3 de dezembro de 2017

«Certos laicoides exploram o medo ao Islão para acabar com o cristianismo»


El filósofo Rémi Brague pide que no se use la laicité como arma contra la religión
ni se metan todas las religiones en el mismo saco

Rémi Brague, ReligiõnenLibertad, 1 de Dezembro de 2017

(Traducción del francés de Le Figaro por Helena Faccia Serrano)

Rémi Brague es un filósofo francés, especialista en filosofía medieval árabe y judía. Miembro del Institut de France, es profesor emérito de la Universidad Panthéon-Sorbonne. Autor de numerosas obras, sobre todo Europe, la voie romaine, ha publicado recientemente en español  «El Reino del Hombre, génesis y fracaso del proyecto moderno» (Ediciones Encuentro). Le entrevistó, a a principios de noviembre, Alexandre Devecchio en Le Figaro Vox, acerca de las contradicciones – o quizá estrategias – del laicismo francés.

La decisión del Consejo de Estado, obligando al alcalde del ayuntamiento de Ploërmel a retirar la cruz que domina la estatua del Papa Juan Pablo II, ha suscitado la colera de miles de internautas. ¿Cómo explica usted el alcance de estas reacciones espontáneas?

— Rara vez navego por las redes sociales y, cuando lo hago, muy a menudo me consterna la simpleza y las expresiones groseras y de odio de todo lo que se dice con la protección del anonimato.

»Ahora bien, respondiendo a su pregunta, dos pueden ser las razones: por una parte, la laxitud ante estas continuas medidas contra las cruces, los belenes, etc.; por la otra, la exasperación ante la mezquindad que implican esas medidas. En Bretaña no se puede lanzar una teja sin que caiga sobre un calvario [una escultura, a veces enorme, representando Cristo en la cruz con María, Juan, las mujeres y el pueblo a sus pies, frecuente en plazas y cruces de caminos, nota de ReL] o un vallado parroquial. ¿Hay otro lugar más lógico para la ubicación de una cruz que encima de la estatua de un Papa?

— La decisión del Consejo de Estado, ¿es conforme al principio filosófico de la laicidad?

— No conozco las razones del Consejo de Estado. Quiero pensar, en honor a sus miembros, que están basadas en argumentos sólidos. En todo caso, la laicité no tiene en absoluto la dignidad de un principio filosófico [universal], sino que constituye una noción específicamente francesa. La palabra es, además, intraducible. Es un valor mal formulado, resultado de una larga serie de conflictos y compromisos. Da ahí la gran libertad en su interpretación.


Esta es la cruz de Ploërmel que se ordena retirar; muchos franceses y europeos protestan
desde la cuenta de Twitter
 #MontreTaCroix (Muestra tu Cruz), enseñando cruces históricas
en lugares públicos y emblemáticos de toda Francia.

Pero, ¿cómo se puede hacer aplicar la ley relacionada con el velo en la escuela y el burqa en la calle si no se aplica de manera estricta para todas las religiones?

— ¿Qué relación hay entre un monumento público y una parte de la vestimenta, que incumbe al ámbito privado? Lo correspondiente a la construcción de dicho monumento sería la construcción de una mezquita. ¿Quién lo prohíbe? Más bien al contrario, muchos ayuntamientos lo apoyan.


De todas formas, a menudo tenemos la impresión que en Francia aplicar un ley es más bien una opción. ¿Cuántas leyes han quedado sin decreto de aplicación? ¿Acaso se multa a las mujeres que llevan una vestimenta que esconde su rostro? ¿Se hace en «los barrios» [de la periferia]?

— ¿Es irreal querer aplicar la laicidad de manera igualitaria para todas las religiones en un país de cultura cristiana?

— «Todas las religiones»; esta expresión no quiere decir gran cosa. Lo que es verdad, es quela «laicité» a la francesa – expresión que, además, es tautológica – ha sido hecha a la medida del cristianismo, por personas que tenían un buen conocimiento del mismo. No olvidemos que Émile Combes había hecho sus tesis en Humanidades, una sobre Santo Tomás de Aquino y la otra (en latín) sobre San Bernardo.

»He tenido ocasión de explicar, además, que nunca ha habido separación entre Iglesia y estado, pues esto significaría que, previamente, hubo una unidad que fue desgarrada.

»Lo que sí hubo fue el final de una colaboración entre dos instancias que habían estado siempre bien separadas. Lo único que hizo la supuesta «separación» fue cortar una separación velada que tenía dos milenios de antigüedad. Los historiadores afirman que quienes han evitado con todo cuidado la contaminación han sido sobre todo los papas, no los emperadores o los reyes.

»El problema con el islam no es, como se dice demasiado a menudo, que no conoce la separación entre religión y política (de aquí, la estúpida expresión de «islam político»). Es más bien que lo que nosotros llamamos «religión» comporta una seria de reglas de vida diaria (alimentación, vestimenta, matrimonio, legado,) que se suponen son de origen divino y que, entonces, deben primar respecto a las legislaciones humanas.


— ¿Se puede utilizar la laicidad como un arma ante el islam? ¿No es un arma de doble filo?

— La laicidad no es, y no puede ser, un arma. Y en principio, por lo menos, no debe ser dirigida en absoluto contra una religión determinada. Digo esto porque la laicidad fue forjada, precisamente, contra una religión muy concreta, a saber: el cristianismo católico, al que pertenecía la gran mayoría de la población, de manera más o menos consciente, con mayor o menor fervor, en la época de la separación.

»La laicidad significa la neutralidad del estado en materia de religión. El estado no debe favorecer ninguna religión, pero tampoco combatir ninguna. El estado debe ser laico precisamente porque la sociedad no lo es.

»Algunos «laicoides» sueñan con acabar con el cristianismo, dándole el golpe de gracia que tanto esperan desde el siglo XVIII. Explotan el miedo que mucha gente tiene del islam para intentar expulsar del espacio público todo rastro de la religión cristiana que, justamente, es lo que puede hacer distraer la atención, y que además es la religión contra la que el islam, desde el principio, ha definido sus dogmas.

Ante el problema del islamismo, algunos observadores no dudan en condenar en bloque todas las religiones. Si en todas partes existen integrismos, ¿la amenaza es de la misma naturaleza? ¿Existe hoy en día una amenaza específica vinculada al islam?

— Primero de todo, lo que hay que observar es que la noción de «religión» es vacua y que cuando hablamos de «todas las religiones», lo que estamos haciendo es aumentar esta vacuidad.

»Oímos decir: «el islam es una religión como las otras», o lo contrario: «el islam no es una religión como las otras». Pero, ¡demonios!, ¡ninguna religión es como las otras!


»Cada una tiene su especificidad. Pero querer meter a todas en el mismo saco, y si hace falta, en el mismo cubo de basura: cristianismo, budismo, islam, hinduismo, judaísmo y, por qué no, las religiones de la América precolombina o de la antigua Grecia, es demostrar – y quiero ser educado – una singular cortedad intelectual.

»Aplicar la noción católica de «integrismo» o protestante de «fundamentalismo» a fenómenos que no tienen nada que ver con estas dos confesiones, es demostrar ser fumígeno más que otra cosa. Las más grandes masacres del siglo XX, el Holodomor de Ucrania y la Shoah, fueron perpetradas por regímenes que no sólo eran ateos, sino que deseaban erradicar la religión.

»¿Que si hay una amenaza vinculada al islam? La más grave no sería, seguramente, la violencia, que no es más que un medio para llegar a un fin: la sumisión de toda la humanidad a la Ley de Dios. Y si bien es cierto que es el medio más espectacular, ciertamente no es el más eficaz.





quinta-feira, 23 de novembro de 2017

Sexo, drogas e noitadas: sabe o que anda a fazer o seu filho adolescente?


«Antigamente não havia discussões sobre sexo e drogas, hoje cada vez temos mais!
A inocência hoje é uma coisa diferente!» Francisco Fernandez, actor, 19 anos.

Fotografia Gustavo Bom

Rui Pedro Tendinha, NotíciasMagazine, 22 de Novembro de 2017

O Fim da Inocência conta a história, baseada em factos reais, de um grupo de adolescentes que experimenta na noite tudo o que os pais mais temem. A adaptação ao cinema do livro de Francisco Salgueiro – o último projecto de Nicolau Breyner mas que acabou por ser realizado por Joaquim Leitão – chega esta semana às salas e consegue mostrar o que muitos nem querem imaginar: uma vida paralela de sexo casual e consumo de drogas nas noitadas.

O que é que os adolescentes de boas famílias fazem na noite a partir das três, quatro da manhã? Muitos pais preferem nem imaginar. Mas, em O Fim da Inocência, de Joaquim Leitão, a adaptação do romance homónimo de Francisco Salgueiro, vemos um caso que pode fazer incidir a luz sobre o flagelo que atinge cada vez mais jovens.

Fotografia Gustavo Bom

O filme e o livro (talvez mais o livro) mostram explicitamente como raparigas e rapazes de colégio entram numa espiral de sexo, álcool e drogas sem os pais saberem. Tudo isto logo a partir dos 15 ou 16 anos.

E, segundo o autor, tudo é verdade: as festas, as orgias, as pastilhas, os riscos de cocaína e uma dissimulação que engana os pais mais distraídos. O livro [ed. Oficina do Livro, 2010] e, por consequência, o filme, relatam factos verdadeiros de uma adolescente que, depois de ser levada a perder a virgindade aos 15 anos, adopta um estilo de vida noctívago repleto de drogas e álcool.

Espelho de uma certa geração com pressa de experimentar tudo mais cedo e com ganas de viver a vida sem pensar no amanhã. Os jovens que não pensam nas consequências e encontramos nos bares de Santos, em Lisboa, ou nas Galerias da Baixa do Porto e que, depois, acabam por ser os mais populares no liceu.

Se esta história que Salgueiro descobriu pode ser um testemunho de uma tendência cada vez mais globalizante, é também uma oportunidade para um exame de como muitos pais podiam – deviam? – ter outra percepção acerca da vida social dos filhos.

Fim da Inocência chega aos cinemas numa altura em que o cinema de grande público em Portugal tem tido tempos duros, com fracassos atrás de fracassos. Mas o novo filme de Joaquim Leitão (que este ano já viu no final de Agosto o seu Índice Médio de Felicidade ser ignorado nas bilheteiras) terá um dos maiores lançamentos do ano e uma campanha forte para chamar adolescentes e pais aos cinemas, sobretudo a pensar no fenómeno que o livro conseguiu – mais de quarenta mil exemplares.

«Este é o primeiro filme português que atinge um target que não vê filmes portugueses», diz o autor.

Trata-se de um relato de um grupo de adolescentes abastados de Cascais que reflecte uma vida paralela de comportamentos sexuais irresponsáveis, dependência de álcool e droga sem controlo – muito para além dos charros, neste filme circula MDMA, cocaína e ectasy.

Fotografia Gustavo Bom

Francisco Salgueiro, sem filhos, especialista em livros destinados a jovens, supervisionou a produção do filme.

«Este é o primeiro filme português que atinge um target que não vê filmes portugueses», diz o autor. «O Fim da Inocência é para quem não gosta mesmo de cinema português, o mesmo que aconteceu com o livro, que era para um target dos que nunca liam. Os autores e os realizadores portugueses têm a mania de ser muito mais velhos do que aquilo que são.»

O escritor de 45 anos não foi o responsável pelo argumento (Roberto Pereira, de A Mãe é que Sabe foi o escolhido), mas teve um papel activo no casting, cuja primeira fase contou ainda com Nicolau Breyner, que esteve para realizar o filme. O Fim da Inocência foi a obra que a morte não deixou que fosse de Nico.

«Há aquele lema agora de que o pessoal quer fazer tudo num só dia, não deixar nada para amanhã», diz Francisco Fernandez, com 19 anos.

Oksana Tkash, Rodrigo Paganelli, Joana Barradas, Francisco Fernandez, Raquel Franco e Joana Aguiar são estrelas para um público juvenil depois de participações televisivas em séries e telenovelas. Ficaram famosos sobretudo nesta altura em que as redes sociais e as suas gestões criam casos de culto que passam ao lado da imprensa. Para já, têm uma habilidade tremenda: na câmara de Leitão parecem mesmo adolescentes (Raquel tem 26 anos, Joana e Francisco 19).

Fotografia Gustavo Bom

Juntos, estes actores mostram um entrosamento grande. A maior parte já se conhecia de trabalhos na televisão e conseguiram uma boa química durante as filmagens, em Agosto. Garantem que nunca se portaram como as personagens em perdição deste caso verídico, mas são os primeiros a dizer que nada do que se passa aqui é fantasia. «Há aquele lema agora de que o pessoal quer fazer tudo num só dia, não deixar nada para amanhã», diz Francisco Fernandez, com 19 anos, o mais novo dos rapazes, mas a opinião é partilhada por todos.

Raquel Aguiar, 26 anos, comunga dessa ideia de que a geração que veio a seguir à sua quer tudo mais rápido. «As situações que vemos no filme existem e há que falar e expô-las, mesmo que não possamos generalizar. Existe e não é só no Porto e em Lisboa. Trata-se de um fenómeno generalizado.» Um fenómeno que os pais desses adolescentes nem imaginam. Ou não querem, lembra Francisco Salgueiro.

É como se houvesse um desígnio comum de hedonismo automático,
de querer pisar os limites ou querer seguir uma moda de mau comportamento. E não deixa de ser curioso o filme chegar na altura em que se discute também o problema da segurança na noite com o caso da discoteca Urban Beach.

Rodrigo Paganelli, que interpreta um dos «maus rapazes» disposto a experimentar tudo, fala da pressão de uma sexualidade imposta. «O filme trata muito bem da pressão de ter de fazer muito mais do que a vontade deles. Todos falam de sexo e se não tiveres assunto aí sentes-te fora das conversas. Há uma obrigação cada vez mais cedo e não acho normal miúdos e miúdas de doze anos perderem a virgindade. Não me cabe na cabeça!»

O grande risco deste elenco estará, eventualmente, na protagonista, Oksan Tksah, uma jovem de 20 anos de origem ucraniana descoberta no mundo da moda. De todos, é quem tem menos experiência e consegue dar vida à Inês, a rapariga inocente arrastada para uma vertigem de sexo e drogas ainda antes dos 16 anos.

«Cresci no Alentejo e a dada altura tive de cuidar sozinha do meu irmão. Nunca estive perto desse mundo que o filme mostra. Não tenho mesmo nada a ver com a Inês nem nunca saí muito à noite. Quando me vi no trailer pela primeira vez apanhei um choque! Tenho receio de como as pessoas me vão julgar como actriz.»

Fotografia Gustavo Bom

Oksana nem sequer sabe se quer voltar a representar, agora que está a tirar Ciências Políticas na Universidade Católica. E tem também uma inquietação: «vejo o meu irmão, que agora tem dez anos, e fico espantada como as crianças têm acesso a tudo com uma velocidade enorme. Aliás, ao longo do filme percebi que sou superconservadora!»

O que Francisco Salgueiro descreve não se trata apenas de um pesadelo de uma certa camada social. Estes jovens podem ser betinhos de Cascais, mas quem sai à noite num after-hours percebe que «essa juventude perdida» inclui todas as classes.

É como se houvesse um desígnio comum de hedonismo automático, de querer pisar os limites ou querer seguir uma moda de mau comportamento. E não deixa de ser curioso o filme chegar na altura em que se discute também o problema da segurança na noite com o caso da discoteca Urban Beach.

Fotografia Gustavo Bom




segunda-feira, 13 de novembro de 2017

Congresso Internacional sobre Cristóvão Colon


Caros amigos e interessados no tema,

A Associação Cristóvão Colon, em parceria com a Academia Portuguesa de História, a Academia de Marinha e a Comissão Portuguesa de História Militar, vai realizar o 1.º Congresso Internacional em Portugal sobre Cristóvão Colon.

Está aberto para comunicações de historiadores, académicos, pesquisadores ou estudiosos nacionais e estrangeiros, as quais serão seleccionadas pela Comissão Científica.

Solicitamos também a sua divulgação pelos meios que entenderem apropriados.

Em anexo poderão consultar a respectiva Apresentação e Call for Papers.

ou na nossa página

http://colon-portugues.blogspot.pt/


Cumprimentos

ACC

Carlos Calado





domingo, 12 de novembro de 2017

SOCIEDADE DE GEOGRAFIA DE LISBOA





 O Presidente da Sociedade de Geografia de Lisboa tem a honra de convidar V. Ex.ª para participar na Conferência «O papel das Forças Armadas na luta contra o terrorismo no território nacional», promovida pela Secção de Ciências Militares.

A sessão terá lugar no dia 23 de Novembro de 2017

pelas 17h00 na Sala Algarve.

Será orador o Tenente General Manuel Vizela Cardoso

Rua das Portas de Santo Antão, 100 1150-269 LISBOA Tel.: 21 3425401/5068
geral@socgeografialisboa.pt www.socgeografialisboa.pt





terça-feira, 7 de novembro de 2017

Eutanásia: Eu sei, eu vi, eu estive lá



Laurinda Alves, Observador, 7 de Novembro de 2017

Não quero médicos que pensem que a minha vida já não vale a pena e se ofereçam para me matar, em vez de me encherem de confiança, esperança e cuidados. Arrepia-me a ideia do negócio à volta da morte.

Para o bem ou para o mal, nunca fui de grandes manifestações públicas. Não sou de ir para a rua celebrar vitórias em campeonatos nacionais e internacionais, mas também não sou de me juntar a grandes massas para distribuir panfletos, nem me é fácil gritar palavras de ordem e tenho pouco jeito para andar com cartazes ao alto. Houve alturas em que senti que era meu dever fazê-lo, e fi-lo, mas sempre com algum desconforto. Não me orgulho nada deste desconforto, note-se, apenas o reconheço por me conhecer o suficiente para saber que a minha inclinação natural é expressar-me por palavras escritas em jornais ou revistas, e ditas em fóruns, entrevistas, debates ou encontros onde posso olhar as pessoas nos olhos.

Felizmente não são todos como eu, porque senão estaríamos tramados. Que seria do mundo sem a coragem dos que saem à rua para gritar, para se indignar, para lutar, para interpelar, para empunhar cartazes e repetir palavras de ordem?

Posto este ponto prévio, que me coloca em lados de barricadas porventura menos panfletários, mas nem por isso menos eficazes, assumo que ultimamente fui a duas manifestações públicas por sentir que não podia deixar de estar presente. A primeira juntou milhares de pessoas em todo o país. Muitas delas no Terreiro do Paço, em Lisboa, num encontro marcado pelo silêncio de apoio às vítimas dos incêndios e seus familiares. Não havia megafones nem slogans ensaiados, não houve palavras gritadas nem bandeiras para além das da solidariedade que nos uniu e manteve juntos, até cumprirmos um minuto de silêncio em simultâneo com todos os portugueses que saíram à rua nas suas cidades e comunidades à mesma hora, pelas mesmas razões.

Nessa tarde sentimos o irreprimível impulso de nos juntarmos para que os que mais sofrem pelas mortes, pelas perdas de bens e por toda a devastação provocada pelos incêndios sentissem que não estão sozinhos na sua dor. Era mais isto que nos movia do que protestar contra quem quer que fosse, ainda que todos saibamos que qualquer multidão composta por cidadãos de diferentes gerações e com distintas opções tem sempre impacto político.

A segunda manifestação pública foi a Caminhada pela Vida, no sábado passado. Em Lisboa caminharam milhares de pessoas, mas também houve centenas e centenas a associarem-se no Porto e em Aveiro. Embora tenha estado activa em anteriores campanhas e seja radicalmente a favor da vida, especialmente nas fases mais vulneráveis (seja ainda em embrião ou no cúmulo de debilidades provocado por doença ou incapacidades), nunca tinha ido numa caminhada pela vida. Defendi sempre as minhas causas e os meus pontos de vista em palcos públicos destinados ao debate, mas também nos meios e lugares mais ou menos visíveis onde somos chamados a ser coerentes na acção e a assumir os nossos ideais. Desta vez senti necessidade de voltar a sair à rua para me juntar aos mais combativos que gritam e empunham cartazes.

Num tempo politicamente estranho em que se confundem prioridades e de tudo se faz uma causa fracturante, é importante unirmo-nos pela vida. Em particular pela vida dos que sofrem, independentemente do sofrimento ser provocado por doenças ou por catástrofes naturais e acidentais.

Caminhar pela vida é afirmar que a vida humana é o bem mais valioso de todos e, por isso mesmo, tem que ser defendido e protegido. Sabemos que em situações de maior aflição, o impulso natural do ser humano é cuidar e proteger o outro ser humano. A solidariedade, o espírito de entreajuda e o sentido de resgate revelam-se diariamente e são prática comum no quotidiano, sempre que nos deparamos com pessoas doentes ou frágeis, deprimidas ou desistentes, a quem tentamos dar apoio e devolver o sentido da vida, mas também em teatros de guerra e nos conflitos mais sangrentos. Os inimigos matam e morrem, mas nas linhas da frente de uns e outros há e haverá sempre exemplos de grande altruísmo.

Lemos notícias e livros, vemos filmes e documentários que narram o testemunho de heróis comuns que arriscaram ou perderam a própria vida para salvar outras vidas. Exemplos como estes interpelam e tocam em fibras sensíveis pois nunca saberemos como agiríamos em situações semelhantes. A única certeza que temos é a de que a morte é irreparável e, por isso mesmo, sabemos que instintivamente faríamos tudo o que estivesse ao nosso alcance para preservar a vida. A nossa e a dos outros.

Preservar a vida é um instinto de sobrevivência, mas também um desígnio e uma demanda interior do ser humano. Daí a estranheza que provoca a aparente facilidade com que se pretende legislar a eutanásia, sem antes tratar de aprovar leis que assegurem a todos os cidadãos, sem excepção, o acesso a cuidados paliativos. Começar pelo fim e pelo que é absolutamente irreversível nem sequer é começar uma casa pelo telhado, é tentar construir sem chão nem tecto.

Nenhum ser humano no seu estado natural é capaz de empurrar outro ser humano desesperado, quando o vê prestes a atirar-se de uma ponte. O instinto de sobrevivência e a demanda pela preservação da vida impedem-nos de o fazer e levam-nos a evitar que o pior aconteça. Numa situação destas todos teríamos o impulso de salvar, de resgatar, de ajudar a perceber como aquela vida ainda poderia voltar a ter sentido. Empurrar para o abismo de uma ponte ou para a guilhotina de uma linha do comboio alguém no auge do seu sofrimento e desespero não está no código genético de nenhum ser humano. É desumano.

Dizer a alguém que a sua vida não tem sentido e concordar que a única saída é a morte, oferecendo-se para colaborar com esta morte no extremo da sua fragilidade, é equivalente a empurrar para o abismo e desumaniza uma sociedade inteira. Legislá-la é ir contra toda uma cultura humanista que tantos séculos levou a cimentar, mas também é violar a Constituição e ofender todos os que lutaram e lutam para manter activa a Declaração Universal dos Direitos do Homem. Convocar profissionais de saúde a praticarem eutanásia vai contra todos os Códigos de Ética médica, incluindo a revisão actualizada do Juramento de Hipócrates na Assembleia Médica Mundial (Declaração de Genebra de Outubro de 2017).

Margarida Neto, médica especialista em temas de família e uma referência nacional em matéria de defesa da vida, esteve nesta mesma caminhada e levantou a voz para recordar factos e números que dão que pensar nesta fase em que tudo ainda é possível.

«Poucos países no mundo aprovaram a eutanásia ou o Suicídio Assistido. Dos cerca de 200 que existem, apenas 5 votaram a favor: a Holanda, a Bélgica, o Luxemburgo, a Suíça e o Canadá. Nos Estados Unidos apenas 4 estados (dos 50) aceitam a eutanásia. Em Inglaterra e França a eutanásia foi liminarmente rejeitada». O enunciado dá que pensar.

Aquilo que me fez caminhar entre a multidão de seis mil pessoas que encheu ruas e avenidas no sábado foi a necessidade vital de juntar a minha voz às vozes dos que gritam e lutam, dos que combatem e não desistem de tentar esclarecer que ser morto não é um direito, assim como matar nunca será um dever. Muito menos um acto de compaixão.

«Sabemos pelos países que legalizaram a eutanásia – e os números estão nos relatórios! – que muitas vezes a eutanásia encobre situações existenciais como o receio de ser um fardo ou perder a autonomia» disse Margarida Neto. E pior, «resolve» perversamente de uma vez por todas o cansaço da vida, o isolamento, a doença mental e a idade. O mais grave é que muitos casos de eutanásia não são pedidos pelo próprio e isso, sim, é verdadeiramente assustador.

«Na Holanda, fazem-se 5 mil eutanásias por ano, apesar da lei e das comissões reguladoras. Todos os anos tem aumentado. Sabemos que há eutanásias não pedidas pelo próprio, e que são até do desconhecimento da própria família. Sabemos que doenças como a depressão e a demência têm servido de justificação para a eutanásia. Na Bélgica há crianças a ser eutanasiadas. Esta é a realidade e chama-se rampa deslizante. Existem documentos e artigos científicos a comprovar tudo isto.»

Os números são desoladores e eloquentes de uma cultura de descarte. Não quero isso para mim nem para o meu país, muito menos para os meus familiares e amigos. Se tudo correr bem, havemos de envelhecer e ficar mais frágeis. Se tudo correr mesmo muito bem havemos de ter profissionais de saúde apostados em tratar ou acompanhar as nossas doenças, cuidando das nossas vidas. Não quero médicos que concordem que a minha vida já não vale a pena e se ofereçam para me matar, em vez de me encherem de confiança, esperança e cuidados. Arrepia-me a ideia do negócio à volta da morte e das clínicas que têm que cumprir um business plan, usando para isso estratégias de marketing e fidelização (!) que passam por encorajar famílias a livrarem-se do peso dos mais velhos, dos mais doentes e dos menos capazes.

Eutanasiar a pedido do próprio já é uma realidade dura e difícil – e todos compreendemos que haja quem peça a eutanásia, pois há sofrimentos indizíveis, mas uma coisa é pedir para morrer, e outra é servir a morte em vez de tentar encontrar estratégias para minimizar o sofrimento físico, moral e emocional, ajudando quem pede a eutanásia a valorizar a sua vida.

Fiz três anos de voluntariado de cabeceira numa Unidade de Cuidados Paliativos e não me canso de partilhar que conheci várias pessoas (de diferentes idades) que entraram a gritar desesperadas por eutanásia e deixaram de a pedir quando começaram a beneficiar desses mesmos cuidados paliativos. Algumas destas pessoas voltaram a viver uma vida satisfatória, viajaram e realizaram sonhos antes de morrerem e foi muito comovente, muito poderoso e extraordinariamente transformador assistir ao seu processo de aceitação da sua condição, bem como à forma como se pacificaram com o seu fim. Falo de pessoas autênticas que ficam para sempre como monumentos de coragem e de verdade, a quem presto a mais sincera homenagem por me terem permitido compreender o valor da vida no auge da doença e da incapacidade. É por estas pessoas, porque sei o que passaram, porque vi e porque também estive lá, à sua cabeceira, que nunca mais poderei deixar de sair à rua e gritar a favor dos cuidados paliativos, contra a eutanásia.





«Muhammad» é o futuro da Europa


Em 2015 e 2016, aproximadamente 2,5 milhões de migrantes chegaram à Europa, de acordo com um relatório
do Pew Research Center. Foto: migrantes na costa da Líbia tentam atravessar o Mar Mediterrâneo rumo à Europa
em 18 de Fevereiro de 2017. (Foto David Ramos/Getty Images)

Giulio Meotti, Gatestone, 6 de Novembro de 2017

Original em inglês: «Muhammad» is the Future of Europe

Tradução: Joseph Skilnik

  • Estima-se que nos próximos trinta anos a população de África aumente em um bilião de habitantes.
  • O economista francês Charles Gave recentemente previu que a França será de maioria muçulmana em 2057, e esta estimativa nem sequer levou em consideração o número esperado de novos migrantes.
  • Não há dúvida, a colossal expansão da população em África almejará chegar ao litoral de uma Europa rica e senil que já está a passar por uma revolução demográfica interna. A Europa, para manter a sua cultura, precisará de tomar decisões difíceis, não apenas divertir-se até à morte. A questão é: a Europa protegerá as suas fronteiras e civilização antes de afundar?
Neste Verão o presidente francês Emmanuel Macron viu-se no meio de um imbróglio político – com acusações de «racismo» – por ter dito que as mulheres «com sete ou oito filhos» são responsáveis pela actual situação em que se encontra o continente africano, criando adversidades, segundo Macron, «civilizatórias».

As Nações Unidas afirmam que Macron está correcto. De acordo com o relatório demográfico anual da ONU: «Projecções da População Mundial das Nações Unidas,» um sexto da população mundial vive actualmente em África. Em 2050 a proporção terá atingido um quarto, e no final do século, a África terá quatro biliões de habitantes – um terço.

Na África de hoje, há quatro vezes mais nascimentos do que falecimentos. Segundo dados de 2017, a taxa de fertilidade total é de 4,5 crianças por mulher, em comparação com 1,6 na Europa. Estima-se que nos próximos trinta anos a população de África aumente em um bilião de habitantes. Não é difícil imaginar como a imigração ilegal em massa afectará a Europa por meio desta pressão demográfica sem precedentes. A demografia africana já está a pressionar o «velho mundo».

Assim que a Alemanha, recentemente, abriu as portas para a entrada de mais de um milhão de pessoas do Médio Oriente, Ásia e África, os defensores das fronteiras abertas, reiteradamente, disseram que um milhão de migrantes não significavam nada em relação a uma população europeia de 500 milhões de habitantes. No entanto, trata-se de uma comparação enganosa. A comparação correcta é a dos recém-chegados e nascimentos. Em 2015 e 2016 os nascimentos na Europa atingiram a marca de 5,1 milhões. No mesmo período, de acordo com um relatório do Pew Research Center, aproximadamente 2,5 milhões de migrantes chegaram à Europa. E, em muitos países, como a França por exemplo, recusam-se a registar os nascimentos de acordo com a origem étnica, não há como saber quantos nascimentos ocorridos na Europa poderiam ser atribuídos às comunidades muçulmanas.

Outros estudos da ONU também informam quanto às perspectivas europeias, quando a «Europa» não significa somente a UE, mas também as terras do leste europeu. Em 1950 a população europeia era de 549 milhões, em 2017 de 742 milhões. Em 2050 estima-se que será cerca de 715 milhões. Em 2100, segundo projecções, o número deverá cair para 653 milhões. Pelo andar da carruagem, em 30 anos, devido ao colapso demográfico, a Europa perderá 30 milhões de pessoas e, no final do século, quase 100 milhões. O «controle de natalidade» funcionou eficientemente na Europa, que demograficamente não precisava disto, e pessimamente em África, que precisava.

Na Europa, haverá países que encolherão e países que crescerão. Os que crescerão dir-nos-ão que tipo de continente a Europa virá a ser. A Europa, com a acrescida pressão demográfica de África, será dominada pelas maiorias muçulmanas.

A Europa está a cometer eutanásia social. A Alemanha deverá perder 11 milhões de pessoas, a Bulgária passará de 7 para 4 milhões, a Estónia de 1,3 milhões para 890 mil, a Grécia de 11 para 7 milhões, a Itália de 59 para 47 milhões, Portugal de 10 para 6 milhões, a Polónia de 38 para 21 milhões, a Roménia de 19 para 12 milhões e a Espanha de 46 para 36 milhões. A Rússia deverá encolher de 143 para 124 milhões.

Quanto aos países com crescimento populacional: estima-se que a França salte de 64 para 74 milhões e o Reino Unido de 66 para 80 milhões. As projecções indicam que a Suécia salte de 9 milhões para 13 milhões e a Noruega de 5 para 8 milhões. Estima-se que a população da Bélgica de 11 milhões aumente 2 milhões. Estes cinco países europeus também estão entre os que têm a maior proporção de muçulmanos.

Concomitantemente, na semana passada um novo relatório da Eurostat «(Gabinete de Estatísticas da União Europeia), organização estatística oficial da União Europeia que actua na produção de dados» divulgou que o número de mortes no «velho mundo» saltou 5,7% num ano devido à população envelhecida, mas que o crescimento demográfico nas áreas de alta densidade islâmica é espantoso:
  • «as taxas mais elevadas de crescimento natural da população foram registadas nas regiões leste de Londres de Hackney & Newham (14 por 1 000 habitantes) e Tower Hamlets (12 por 1 000 habitantes) e nos subúrbios nas regiões nordestinas parisienses de Seine-Saint-Denis (13 por 1 000 habitantes)».
O economista francês Charles Gave recentemente previu que a França será de maioria muçulmana em 2057, e esta estimativa nem sequer levou em consideração o número esperado de novos migrantes.

Na semana passada, no Reino Unido, o Departamento Nacional de Estatística anunciou que no ano em curso um dos nomes mais populares dados aos meninos recém-nascidos é Muhammad e «de longe o mais popular, se diferentes formas de escrevê-lo forem consideradas». O mesmo se dá nas quatro maiores cidades da Holanda. Em Oslo, capital da Noruega, Mohammed é o nome top, não só para meninos recém-nascidos, mas também para os homens em geral que lá residem. Dever-se-ia ser cego para não compreender a tendência: «é a demografia, idiota».

Não há dúvida, a colossal expansão da população de África almejará chegar ao litoral de uma Europa rica e senil que já está a passar por uma revolução demográfica interna. A Europa, para manter a sua cultura, precisará de tomar decisões difíceis, não apenas divertir-se até à morte. A questão é: a Europa protegerá as suas fronteiras e a civilização antes de afundar?





quinta-feira, 26 de outubro de 2017

O cartel do fogo (II)

Incêndio em Pedrógão Grande – Portugal,  Junho de 2017

Uma parte importante dos fundos destinados à prevenção de incêndios vai parar, de maneira fraudulenta, a empresas de extinção com um passado legal mais do que duvidoso

Daniel Toledo, CTXT, n.º 136 de 27 de Setembro de 2017

El 25 de julio pasado, en una entrevista a la revista Visão, el presidente de Everjets, Ricardo Dias, admitía que era un secreto a voces en el sector que algunas empresas portuguesas actuaban como un consorcio artificial para presionar a las administraciones a pagar más por el mismo servicio. Parecía que Dias iba a lanzar su arsenal contra las empresas extranjeras, pero su intención era bien distinta, pues para él el enemigo está en casa: «Sí existieron tentativas de aproximación de algunas empresas, por medio de personas, para intentar incluirnos en un consorcio para futuros concursos (…) Puedo decir aquí que no estamos hablando de empresas españolas. Esos intermediarios que nos abordaron hablaban en nombre de empresas portuguesas».

En Portugal existe una guerra por los contratos de extinción de incendios que no sólo ha hecho correr la tinta. La propia Everjets no está, ni mucho menos, fuera de sospecha, y aquella entrevista a Visão iba cargada de veneno. El 22 de diciembre de 2014, esta empresa, que no sólo posee servicios de extinción aérea de incendios, sino también de transporte de pasajeros y de emergencias médicas, consiguió el contrato estrella del lustro por valor de 46,1 millones de euros con la Autoridade Nacional de Protecção Civil — ANPC —, que incluían servicios aéreos de emergencias, sanitarios y contra incendios durante 4 años, es decir, hasta 2019. Everjets desbancaba con un solo contrato a su mayor competidora, Heliportugal, además de conseguir que esta última dejara de percibir hasta 27 millones que le quedaban por cobrar a la Administración por contratos anteriores.

El resultado del concurso que ganó Everjets no salió hasta el 6 de febrero, por lo que no era de conocimiento público, y aun así, entre el 1 y el 3 de febrero, días antes de la formalización de la firma, la empresa fue comprada por el empresario Domingos Névoa. Hoy, el Ministerio Público portugués acusa a Névoa —que ya había sido condenado en 2012 en otro caso por corrupción— y al por entonces ministro de la Administração Interna, Miguel Macedo, de manipular y amañar el concurso por medio de un tercer hombre, Jaime Gomes, al que presuntamente Macedo hizo llegar el pliego de condiciones del concurso tres meses antes del anuncio de apertura del procedimiento. En la causa está probada la relación comercial entre Macedo, Gomes y Névoa ya desde 2008 por medio de la empresa Bragaparques, propiedad de Névoa.

Este es uno de los puntos donde se unen la causa española y la portuguesa, ya que, según la Procuradoria-Geral da República, el pliego de condiciones llegó a manos de Everjets por medio de dos empresas españolas: Faasa y Fitonovo, esta última también investigada en varias localidades andaluzas, sobre todo en Sevilla, y cuyas imputaciones ya han llevado al banquillo a 108 personas.

Según el informe de la Procuradoria, después de que Everjets ganara el multimillonario contrato, «Faasa Aviación S.A., socio ganancial de Jaime Gomes, por medio de la empresa Fitonovo, vendría a ser subcontratada por la empresa Everjets, adjudicataria de la prestación de servicios de operación y manutención de los helicópteros Kamov del concurso de 2014». Lo más curioso es que, aun siendo el Ministerio Público el que realiza estas acusaciones, el contrato sigue vigente y parece que nadie en Portugal se escandaliza por el hecho de que los contratos de extinción aérea se encuentren bajo semejante fuego de mortero.

Además, Fitonovo continúa recibiendo encargos y contratos hasta el día de hoy — el último, con Rede Ferroviária Nacional, fechado el 21 de julio de 2017 — con universidades, municipios o institutos públicos. Otra empresa fundada por los mismos gerentes de Fitonovo, Perene, S.A., también continúa firmando contratos con diversas administraciones portuguesas.

En 2016 Portugal gastó 20 millones en prevención y 72 millones en extinción, según datos del Ministério de Administração Interna y del Ministério de Agricultura. Esto quiere decir que, por alguna extraña razón, las administraciones no piensan excesivamente en el fuego hasta que ven arder el país hasta las cenizas, o que no piensan en los incendios hasta que son motivo de multimillonarios contratos con empresas privadas. El secretario de Estado de Administração Interna, Jorge Gomes, acusa al anterior Gobierno de haber gastado 50 millones de euros en medios aéreos, y sólo 7 en las inversiones requeridas por Protecção Civil. Pero también fue el gabinete de Jorge Gomes quien renunció a una ayuda de 50 millones de euros de la Unión Europea para comprar dos aviones anfibios anti incendios, renuncia que probablemente habrá entusiasmado a las empresas del cártel, especializadas en el alquiler de medios, no en la venta.

EN 2016 PORTUGAL GASTÓ 20 MILLONES EN PREVENCIÓN Y 72 MILLONES EN EXTINCIÓN, SEGÚN DATOS DEL MINISTÉRIO DE ADMINISTRAÇÃO INTERNA Y DEL MINISTÉRIO DE AGRICULTURA

La idea no es que un incendio se produzca como método directo de rentabilidad. Es cierto que en España y Portugal el 80% aproximadamente de los incendios son causados por el hombre — gran parte de ellos por descuidos o negligencia —, por trabajos relacionados con la caza, por venganzas, por vandalismo. La intencionalidad directamente relacionada con el lucro, ya sea por conseguir madera barata o para recalificación de  suelos — en 2015 el Partido Popular aprobó en España la Ley de Montes, por la que se permitía el cambio de uso de superficies afectadas por incendios — es residual. Lo que no es residual es la anomalía generalizada que afecta al negocio de extinción de incendios, que implica que los fondos destinados a prevención vayan a parar, de forma claramente incongruente y fraudulenta, a empresas de extinción con un pasado legal más que dudoso.

CTXT habló con el abogado Nuno Pinto Coelho de Faria, que representa a Pedro Silveira, presidente de la empresa de medios aéreos Heliportugal, en la causa abierta contra el exministro Macedo y Everjets. Pinto Coelho confirma que «Faasa quiso entrar en Portugal a través de Miguel Macedo, por una invitación por ‘ajuste directo’ — un tipo de contrato sin licitación pública —. Mi cliente, Heliportugal, se sorprendió con dos puntos en particular: primero, que esto fuera una historia organizada desde España, y que, al mismo tiempo, se mostrara un claro interés en que participara una de las mayores empresas de helicópteros Kamov en Portugal. Ese interés reveló una conexión directa con el ministro portugués, quien puso término al contrato con Heliportugal, para poder entregar ese mismo contrato a otro».

«Y segundo», continúa Pinto Coelho, en la causa abierta por el Ministerio Público «cada línea que leemos pone al descubierto un crimen, y sólo está siendo juzgado el envío del pliego de condiciones del contrato a Jaime Gomes. Pero es que el resto también es constitutivo de delito, y me pregunto por qué no hay más procesos abiertos y acusados. Una de las razones es que forma parte del caso Vistos Gold — la trama corrupta que entregaba fraudulentamente visados a extracomunitarios para circular por Europa a grandes inversores — y sólo el punto 4 se ocupa del caso de los Kamov. Esto no tiene sentido. En Derecho Administrativo un contrato es nulo si, en la base de ese contrato, se encuentran indicios de delito. Y aquí tenemos varios contratos. Todo esto tiene elementos de prueba, esto consta en la acusación».

«ESE INTERÉS REVELÓ UNA CONEXIÓN DIRECTA CON EL MINISTRO PORTUGUÉS, QUIEN PUSO TÉRMINO AL CONTRATO CON HELIPORTUGAL, PARA PODER ENTREGAR ESE MISMO CONTRATO A OTRO»

En 2014, la filial que trabaja para Avialsa en Portugal, Agro-Montiar, ganó un concurso con la ANPC de cesión de dos aviones anfibios, por un período de 5 meses, por valor de 1,79 millones de euros. Como muchos otros contratos con empresas de lucha contra incendios, la empresa fue escogida mediante el método llamado «de ajuste directo». En condiciones normales, el ajuste directo sólo es ejercido por las administraciones públicas para contratos inferiores a 150 000 euros. Pero un organismo público puede, según el Código de Contratos Públicos portugués, hacer uso del ajuste directo si se dan «casos de urgencia imperiosa, cuando solo existe un único proveedor, o cuando un anterior concurso haya quedado desierto».

Aquí el cártel del fuego se hace fuerte. El ajuste directo debe estar justificado jurídicamente, y es el cártel quien se encarga de justificarlo por medio de la colusión ilegal entre empresas. Cuando se detecta manipulación del mercado, al evitar la libre competencia, existen entes públicos reguladores encargados de luchar contra estas prácticas — como la CNMV en España —. Otras veces los hechos pasan al ámbito penal — como la que nos ocupa, por sospechas de pertenencia a organización criminal, cohecho, soborno, falsedad de documento público y mercantil, malversación de fondos públicos y prevaricación —. Y otras, demasiadas, pasan desapercibidas o se descubren cuando ya no hay nada que hacer.

La empresa portuguesa Heliportugal impugnó el contrato ganado por Agro-Montiar, y más tarde fue anulado por el Tribunal de Cuentas portugués por claras irregularidades a la hora de escoger el método de ajuste directo, pero la anulación llegó a posteriori de la entrada en vigencia del mismo. Es decir, y para sorpresa del Tribunal y de Heliportugal, cuando la ANPC, por orden y despacho directo del ministro de Administración Interna, Miguel Macedo, envió al Tribunal el contrato para su fiscalización, los aviones ya habían realizado la mayor parte de las horas de vuelo. «Las consecuencias que esto puede tener para un Estado de derecho son muy importantes», declara Pinto Coelho, “porque parece ser una señal de que la Justicia en Portugal nunca más se va a recuperar de estos dos grandes asuntos — Vistos Gold y caso de los Kamov —».

El director de recursos de la ANPC entonces era el coronel José Teixeira, también dimitido y en proceso disciplinario y criminal por este asunto, aunque continúa como director de la Guardia Nacional Republicana — el equivalente a la Guardia Civil en Portugal —. Parece que nadie consigue apoltronarse en las butacas más altas de la ANPC.

A pesar de la sentencia del Tribunal de Cuentas y de la investigación en marcha, un año más tarde, en mayo de 2015, Agro-Montiar volvió a ganar un concurso de cesión de dos «aeronaves complementarias — aviones anfibios medios —», para los cursos del 2015 al 2017 por valor de 4,9 millones de euros. El representante de Agro-Montiar y expiloto de Avialsa, Carlos Craveiro, y el presidente de la ANPC, Mayor General Francisco Grave Pereira, firmaron un contrato entre la Administración Interna y Agro-Montiar en el que a ésta se le permitía «subcontratar (…) a la empresa Avialsa T-35» lo que precisamente se le contrataba a Agro-Montiar. Es decir, una subcontrata dentro de una subcontrata sin razón aparente. Grave Pereira también está siendo investigado por su participación en el contrato con Everjets.

Según se deduce cruzando las causas abiertas en Portugal y España, queda claro que el cártel del fuego español, encabezado por Vicente Huerta, de Avialsa, consiguió introducir sus tentáculos de forma descarada en el mercado portugués. La manipulación ha sido tan espectacular que ya han caído dos exministros, varios dirigentes de la Autoridade Nacional de Protecção Civil, se ha sacrificado a la estatal Empresa de Meios Aéreos, dejado de pagar contratos pasados a empresas fuera del cártel, como Heliportugal, y se han visto implicados tanto gobiernos locales como el Gobierno central.

CRUZANDO LAS CAUSAS ABIERTAS EN PORTUGAL Y ESPAÑA, QUEDA CLARO QUE EL CÁRTEL DEL FUEGO ESPAÑOL, ENCABEZADO POR VICENTE HUERTA, DE AVIALSA, CONSIGUIÓ INTRODUCIR SUS TENTÁCULOS DE FORMA DESCARADA EN EL MERCADO PORTUGUÉS

Los correos, contactos, invitaciones a cacerías, regalos y prebendas se cruzaron entre ambos países con el objetivo de crear una red amplia e infalible. El juzgado de Sagunto tiene constancia del correo enviado por Vicente Huerta a Carlos Craveiro, ya en febrero de 2010, en el que se refería a Portugal: «Ganar como sea el concurso de este año. Tenemos el apoyo del club español de compañías para hacer y deshacer lo que queramos en Portugal, además de contar con AT — el avión AT-802 — de Martínez y otro de Faasa para el concurso. El plato fuerte lo tenemos este año en Portugal, amigo Carlos, y vamos a atacar con todo el arsenal posible».

Y así lo hicieron. Según el auto del juzgado de Sevilla, el 2 de marzo de 2010 Vicente Huerta «envió un correo a los integrantes de la ‘Asociación’, relativo al concurso en Portugal, en el que expuso que deberían presentar dos ofertas, una por parte de Avialsa T-35, y otra por parte de Aviación Agrícola de Levante, S.A., dirigida esta última a ganar el concurso, siendo la otra de cebo, al fijar como precio total 2 050 000 euros, y la segunda por importe de 1 999 999 euros, si bien, presentándose esta última el mismo día de cierre de presentación de ofertas». Aviación Agrícola de Levante fue en realidad fundada en 2007 por el mismo Vicente Huerta y Francisco Alandí que dirigían Avialsa. De hecho, el Holding Empresarial Avialsa ejerció de socio y administrador único de Aviación Agrícola de Levante.

Ángel Martínez Ridao contestó dos días después dando su visto bueno a la oferta cebo y a la ganadora, así como Manuel González Gabaldon, de Faasa. Dicho y hecho, en la lista de contratos públicos del Gobierno portugués aparece registrado, el 4 de mayo de 2010, el contrato entre la estatal Empresa de Meios Aéreos, S.A., y Aviación Agrícola de Levante, por 2 millones de euros.

En total, los contratos conseguidos por las empresas españolas del cártel en Portugal suman alrededor de 53 millones de euros, sin contar con el contrato de 46 millones de Everjets, ni con los de la brasileña Helisul, que suman 47 millones y que en 2014 formó una Unión Temporal de Empresas con Inaer para conseguir su único contrato con Protección Civil. En julio de 2011, Cristóbal Castellanos — del departamento de I+D de Avialsa —, recibía otro correo de Miguel Angel Martínez — Ridao —: «Por último, siguiendo palabras textuales de Ángel, el acuerdo del contrato de Portugal es 50% para Avialsa y el 50% para Angel Martínez, no quisiera tener ningún problema al final de año en lo referente a Portugal. Ángel ha hecho punto por punto lo que Paco — Francisco Alandí — ha indicado».

El hombre desde dentro

A estas alturas surge una pregunta de forma natural: ¿puede un cártel de empresas españolas influir en un mercado extranjero sin contar con apoyo sobre el terreno, esto es, con apoyo de otras empresas nacionales? ¿Quiénes fueron los contactos que ayudaron al cártel a infiltrarse en el mercado portugués?

El país vive inmerso en una vorágine de imágenes de incendios incontrolables, antiguos pueblos consumidos por las llamas, ancianos indefensos que pierden todo lo que tenían. Portugal parece hechizada por el shock de los fuegos. Mientras, el hiperactivo presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, se mueve más que un bombero entre incendio e incendio para proclamar que está, estamos, ante una «causa nacional».

Quizá lo que Rebelo de Sousa y el país entero tiene enfrente es un caso de corrupción generalizada que consume decenas de miles de hectáreas de espacios naturales al año. Igual que ocurre en Andalucía, parte de las administraciones portuguesas han de estar contaminadas de una forma u otra. Desde el exministro Miguel Macedo, el ex secretario de Estado y exministro Luís Marques Mendes — socio de Macedo en la empresa JMF, utilizada como sociedad instrumental para pagos de sobornos, según el Ministerio Público —, el también imputado António Figueiredo, expresidente del Instituto dos Registos e Notariado, hasta probablemente funcionarios de las mesas de contratación, es obvia la colaboración estatal de una u otra forma.

Y para esto han necesitado de un hombre, u hombres, desde dentro. Ya en una de las actas de acuerdos de las reuniones celebradas por el cártel en el hotel El Cruce de  Manzanares, puede leerse: «Se encarga a Jaime Arqué que inicie gestiones en Portugal en relación con los concursos de aeronaves de la que fija que licite ese país para 2009». Si el Grupo 6 quería un agente fuerte en Portugal, no podían elegir mejor persona que Jaime Arqué. Director general desde 1993 de Helicsa, cuya fusión con Helicópteros del Sureste fundó Inaer en 2008, también director general de Cegisa y, cuando ésta fue absorbida a su vez por Inaer, posteriormente nombrado Director Bussiness Development para el sureste de Europa dentro del Grupo Inaer, Arqué tenía una larga y valiosa experiencia en trabajar a varias bandas. Además, es presidente de la propia AECA — la Asociación Española de Compañías Aéreas donde están agrupadas las 14 empresas investigadas en la Audiencia Nacional — y presidente también de la Asociación Europea de Helicópteros, desde la que acostumbra a hacer hincapié, en declaraciones y conferencias, en el mercado portugués — debido a su evidente falta de medios propios aéreos —.

Por supuesto las intenciones de manipular el mercado en Portugal se mantuvieron durante años hasta el día de hoy. En un correo de 2012 enviado por Arqué a Huerta y a Francisco Alandí, se explica: «Os quiero informar que la Alta Dirección del Grupo está de acuerdo en llevar adelante el proyecto de colaboración multinacional para ampliar las operaciones en Portugal, Francia e Italia. Todo ello con la adquisición de los aviones que sean necesarios», y que «ambas partes — Avialsa e Inaer — declaremos nuestra intención de negociar los correspondientes contratos, que supongan, por un lado la adquisición de los aviones, y por otro la entrada de Inaer en los contratos de Operación Portugal y Francia en la medida que se acuerde para el año 2013». La adquisición de aviones ad hoc no podía corresponder sino a una estrategia a largo plazo. En el mismo correo se indica su intención de influir en las instituciones estatales Vigili del Fuoco, italiana, y Sécurité Civile, francesa.

Otro de los nombres que suena con frecuencia es el de Carlos Craveiro, ex piloto de Avialsa, gerente de Agro-Montiar, y también investigado y cuya implicación queda bien clara en los correos mencionados más arriba. A pesar de que Craveiro aparece repetidas veces tanto en la causa abierta en la Audiencia Nacional como en la abierta por la Procuradoria portuguesa, continúa desempeñando funciones para empresas públicas y privadas. Sin ir más lejos, fue el designado como  comandante y director de operaciones de las pruebas de un avión Air Tractor en Madeira, adonde se desplazó el 2 de mayo de 2017 para demostrar su idoneidad como instrumento de combate al fuego en el archipiélago. El Airt Tractor por supuesto pertenece  a Avialsa, y un mes más tarde el Ministerio de Administração Interna confirmaba las buenas aptitudes del avión. Otro contrato para Avialsa, esta vez con el Gobierno Regional de Madeira.

El abogado defensor de Heliportugal, Pinto Coelho, aunque sin hacer acusaciones, también puso el punto de mira sobre otra persona: Filipe Lobo D’avila, director del Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio Luso-Española. Además de tener un perfil político de alto nivel —exdiputado, ex secretario de Estado de la Administração Interna, ex alto funcionario del Ministério da Justiça —, D’avila también es abogado, y fue el que defendió a Everjets cuando ésta interpuso una demanda precisamente al Ministerio de Administração Interna — MAI —. Lo particular del caso es que Everjets tramitó su demanda cuando D’avila era secretario de Estado en la MAI, y cuando D’avila salió del MAI, fue el abogado defensor contra el propio ente.